Nadie nos enseña a manejar el dinero, a veces son solamente tips. En el curso de Crown hice a Dios partícipe de mis finanzas, aprendí por donde se me escapaba el dinero (sacos rotos), entoces al tapar esos agujeros, pude orientar mejor el flujo del dinero, de tal modo que resultó ser más rendidor. Claro que todo requiere disciplina para ver los logros. Además pude entenerder mucho más sobre el dinero a través de las experiencias de mis compañeros de curso, desde emprendedores hasta empresarios ya consolidados»